sábado, diciembre 29, 2007

NAVIDAD

Pétalos de rosa blancos,
Pétalos de rosa rojos
Esperan la Noche Buena
Para esperar al Niño.
En un arbolillo seco
Bailan las brujas de crin
Unas negras, otras verdes
Y, las otras, de gris;
Bailan y bailan con sus escobas
Una danza sin fin
José y María esperan,
Ansiosos esperan al Niño;
Los pastores y sus hijos
Traen regalos preciosos.
¡Kikiriki! canta el gallo
Anunciando la media noche,
¡Kikiriki! se afina
Para cantar mejor
La Navidad se acerca
¡El Hijo de Dios nació!

EL CERECERO

¡¡¡¡Cerezas….las buenas cerezas!!!! anuncia el cerecero que, desde su carretón ofrece la variada mercadería.
¡¡¡Cerezas…las dulces y fragantes cerezas!!! canta el cerecero con su carretón lleno de cerezas…le pido un kilo….dos manos toscas, gruesas, ásperas, manos de trabajador de campo, acarician tiernamente las cerezas rojas y negras, también las corazón de paloma; dos manos que, delicadamente toman un puñado de medio kilo, sin romper ninguna; puñado de rubíes, granates y perlas que brillan con el sol del mediodía; puñado de jugo dulce que apaga la sed y recrea la vista.
Sigue el cerecero gritando sus cerezas ¡¡Las más dulces…las mejores cerezas le tengo, casera!!
Su grito me lleva lejos…me hace volver a vivir, a recordar, a sentir.
Dos puñados por kilo, ciento diez cerezas negras y algunas, corazón de paloma. Lindas de ver, ricas de gustar…sabor a verano…sabor a infancia y juventud.
¡¡Cerezas, las buenas cerezas, casera, le tengo!! Y sigue ofreciendo el cerecero sus puñados de medio kilo

TERREMOTOS

El Telúrico está adormecido, vive entre la placa de Nazca y la del Pacífico…de tarde en tarde y, a veces más seguido, se estira y se acomoda moviendo la tierra; su esposa, la Réplica, despierta con él; cuando él se acomoda, ella lo sigue; siempre ella más sumisa es algo menor, pero en su acomodo termina por destruir lo que el Telúrico ha dejado a medias. Tienen varios hijos de distintos grados Mercalli que siguen a sus padres donde quiera que ellos vayan. Si el Telúrico va a Tocopilla…allí va su señora Réplica y sus hijos los Temblores moviendo la tierra, botando las paredes de adobe, asustando a los niños, espantando a los animales, los perros ladran, los gallos cantan y todos se acercan para acompañarse…Si el rumbo es Aysén y, como el país es más estrecho en esa parte, aparece el tío Tsunami que vive en el mar y cuando se le alborota arrasa con todo y haciendo que las laderas de los empinados cerros se caigan sepultando a hombres y rebaños…¡no hay duda que son una familia unida y temible!....Para que decir cuando se juntan los primos y danzan todos el son del Enjambre…temblores y temblorcitos, bailan y bailan, no tienen hora ni fecha, ni día ni noche…¡ellos bailan y siguen bailando, se entretienen a costa de los habitantes del mundo! Ya puede estar inquieta la población porque entre todos avivan al gigantón Telúrico y a su esposa Réplica, que por poner orden se agitan y se mueven.
¡Pobrecitos países! ¡Pobrecitos sus habitantes! Aterrados se juntan, se unen, se arranchan sin saber que ocurrirá.
Así es y ha sido siempre ¡Ojo a la familia de los terremotos!