NOCHE BUENA
¡Que áspera y dura está la hierba seca en la cuna del Niño Jesús!
¡Cómo es que no se me ocurrió antes de esta noche, haber puesto algo más suave para su tierno cuerpecito de recién nacido! Pero….todo es posible cuando hay amor; muy rápido saqué la hierba y la reemplacé por pétalos de rosa; ¡hermoso se ve al Niño en su cuna!
Rosas de dos colores, rosada y blanca, como dos troncos familiares de dos continentes; blancos y rosados los pétalos, como los hijos y nietos; la fragancia que despiden, como el amor que nos tenemos; el desborde de suaves y tenues colores, como la generosidad y la tolerancia.
Hoy el Niño descansa en su cuna lleno de suavidad, de amor, de unidad; ¡lo queremos y nos queremos!
¿Qué más se puede desear en una noche como ésta?
¡Cómo es que no se me ocurrió antes de esta noche, haber puesto algo más suave para su tierno cuerpecito de recién nacido! Pero….todo es posible cuando hay amor; muy rápido saqué la hierba y la reemplacé por pétalos de rosa; ¡hermoso se ve al Niño en su cuna!
Rosas de dos colores, rosada y blanca, como dos troncos familiares de dos continentes; blancos y rosados los pétalos, como los hijos y nietos; la fragancia que despiden, como el amor que nos tenemos; el desborde de suaves y tenues colores, como la generosidad y la tolerancia.
Hoy el Niño descansa en su cuna lleno de suavidad, de amor, de unidad; ¡lo queremos y nos queremos!
¿Qué más se puede desear en una noche como ésta?