jueves, agosto 16, 2007

EL TESTIGO



Entre una lluvia y un chubasco; entre un día caliente y una noche helada, se han encontrado, este año: los aromos que doran y perfuman los caminos con los almendros y ciruelillos que nievan los patios. Es que el invierno va pasando el testigo a la primavera de un modo especial, atolondrado, como salen los niños a recreo; como los oficinistas llegan a sus trabajos; como los obreros se apuran en tomar el Metro. Así, todo de golpe…se encuentran a punto de reventar las yemas de los frutales con los tristes árboles secos por las heladas; los juncos, que no acaban de perfumar el ambiente con el vinagrillos que llenan los prados; los lirios que, deberían haber florecido hace un mes, se topan con los amarillos dedales de oro.
Frío estremecedor; sol quemante; viento húmedo de la costa; cordillera nevada.
Sentimientos encontrados: tristeza en las nubes grises; alegría en el sol que más tarde quemará y añoraremos el frío del invierno ¡Es que nunca estamos contentos con lo que tenemos y siempre deseamos lo que no tenemos!

jueves, agosto 02, 2007

¡ARDE CANARIAS1



¡ARDE CANARIAS!

¡Que dolor es el que siento, dolor doble del que debiera….me enteré por la televisión que Gran Canaria y Tenerife estaban ardiendo!...hubiera querido saberlo por alguno de mis hijos…me hubiera dolido, pero lo justo….me habría sentido incorporada al sentir canario.
No sabía que yo quería tanto a esas islas…no sabía yo cuan hondo habían calado en mi sentir… a lo mejor no debería sentir lo que siento… a lo mejor debería dejarlo ir… a lo mejor…a lo mejor…
Siento el fragor del fuego; oigo el ruido de las llamas, huelo la resina de los pinos, palpo la ceniza ardiente. Siento en el alma cada pino canario que se ha quemado….siento en el alma cada pinzón azul que ha muerto…siento en el alma cada pájaro canario que no cantará nunca más…siento en el alma los prados, los sembrados, el sotobosque que tardarán años en recuperarse…y ¿la laurisilva ¿volverá? Y los viejos pinos canarios de Tenerife ¿tendrán fuerzas para rebrotar o se habrán quemado hasta sus raíces?...cada uno de ellos me duele….en cada uno de ellos siento la muerte y vivo un duelo…pasará, como pasan todos los duelos….me consolaré como ante todas las penas…pero hoy ¡duele! y ¡cómo duele!...duele el dolor del bosque quemado, y duele el sentir la marginación y el olvido.
Una lágrima por el bosque…otra por el silencio de mis hijos….otra por el silencio de los hermanos…otra por el silencio de los amigos. Una tras otra se van hilvanando…las otras, las que ya no pueden caer se quedan dentro, las que pujan por caer recuerdan a los habitantes de los pueblos amigos…otras por los que tuvieron que dejar sus casas…otras más por los pájaros y animales que vagan por las islas buscando su habitat…otras, especialmente cálidas por las mariposas.
¡Arde Canarias!
¡Llora el alma!