ARREGLO DE FLORES ENCANTADO

Tengo un ramo de flores encantado con la magia del amor. Me recuerda a los que el año pasado recibí de manos de mis hijos en nuestro aniversario de bodas. Hoy tengo este arreglo que lo fui hilando flor a flor; recuerdo a recuerdo; amor a amor. Este arreglo me alegra el día y me llena de lágrimas los ojos.

Uno a uno fui eligiendo los liciantum hasta completar siete y fueron unos rosados otros blancos y algunos con los colores mezclados…siete flores, una por cada hijo….una por cada hermano; altas, orgullosas, ellas también son las “más mejores” entre las flores; ellas también forman un grupo apretado y solidario.

Las rodean, en su base, trece alstromelias rosadas con algún toque de amarillo; para no ser muy monótono el arreglo; cada una recuerda a cada uno de mis nietos y el camino marcado en los pétalos les muestra el camino a seguir: ¡Adelante, siempre adelante! Ellos son el futuro.

En el centro mismo el arreglo tiene una vara de lilium naranja, representa al esposo, al padre, al abuelo, está rodeado de sus hijos y nietos y abre feliz sus flores para que todos lo admiren.

Detrás, y sosteniendo el arreglo hay cuatro varas verdes, ellas lo sostienen, lo apoyan, lo elevan, le dan cuerpo….nos recuerdan a nuestros padres que dieron solidez a nuestra vida.

Todas las flores descansan en un lecho verde, verde intenso, verde campo, verde bosque, verde fundo, verde alegría, verde ilusiones, verde esperanzas.

Y….sólo falto yo, que al fin y al cabo soy la que cumple años, y no son pocos…tres cuartos de siglo…nada mas y nada menos…y ¡que feliz estoy! ¡solo me faltan ellos! Y…como este arreglo es encantado por una magia especial… doy un salto y me pongo al lado del lilium ¿Dónde estaría mejor?

Una vez instalada al centro mismo de las flores afino el oído y oigo el alboroto; si lo afino más, escucho a los niños; si cierro los ojos…¡los veo, los siento y hasta los puedo tocar!
¡Es un arreglo encantado, no cabe duda, encantado con la magia del amor!

LA FILOMENA

LA FILOMENA


La Filomena es una viejita...muy viejita, que vive en una casa oscura...muy oscura; ella pasa mucho tiempo sola; toma la escoba, barre y amontona las hojas que caen de los árboles, sopla un viento y se las esparce, pero...La Filomena es tenaz, a pesar de su espalda doblada y adolorida...ella barre y barre, mientras va murmurando los versos que escribió.
Porque La Filomena escribe, escribe en un viejo y gordo libro de contabilidad, de hojas numeradas, de páginas amarillentas cuadriculadas: “Debe y Haber” dicen...pero para ella no significan nada; ella se sienta ante su vieja mesa, apenas iluminada, escribe y escribe versos rimados; los lee y los vuelve a leer con el mismo ritmo con el que los escribió.
La Filomena ya no tiene el diente que tenía pero conserva los redondos ojos de su juventud, ojos por los que la embromaban de niña y de los que se enamoró su marido. “Ojos de Buey”, le decían y a ella se le nublaban de pesar. Hoy se le iluminan cuando ofrece: “¿Le leo una poesía?”. ¡Que felicidad tener un oyente! ¡Uno siquiera! ¡Uno alguna vez!.
Agachadita se mueve por su casa y llega con su enorme libro de contabilidad, lo abre y busca....a lo mejor el que le gusta más....a lo mejor el más corto....a lo mejor el más largo, dependiendo del oyente. Se acomoda en su silla y empieza a leer con su especial entonación, parece un canto rimado...al oírla uno puede vivir lo que ella vivió y apetece darle las gracias por su confianza...pero ella no quiere eso, no quiere un comentario, no quiere una crítica; ella quiere ese momento de atención, ese momento de protagonismo, ese momento de dar algo de si.
La Filomena lee y canta sus versos, sonríe, los ojos se le llenan de luz, de alegría, de pasado; olvida sus años, sus dolores, sus carencias.
Tiene quién la oiga y eso la hace feliz.

EL ESPEJO

EL ESPEJO


El espejo del baño está empañado por el vapor; me miro y, sin anteojos, veo a la joven que fui: tersa, despeinada, despreocupada; me siento bien, he retrocedido en el tiempo.
Lentamente las gotas de agua se condensan y caen en lágrimas aclarando la imagen, ya no me veo tan joven pero si desdibujada.
Miro dentro de mi y tampoco tengo muy claro lo que quiero ser; no deseo volver a ser joven, me gusta ir madurando, que mi cara se vaya marcando con el paso de los años con arrugas; cada una es una historia, un cuento, una alegría, una pena; no me importan las canas, me gustan, me recuerdan a mi madre, a mi abuela; me gusta envejecer y gozar de lo vivido, puedo ponerme en el pasado y vivir el presente.
El espejo se secó y me veo tal cual soy, lo que veo está en concordancia con mi interior.
Estoy satisfecha, vuelvo a ser una, la que soy.

MANOS

MANOS


Manos viejas, gruesas, toscas, sarmentosas, llenas de nudos, surcadas de venas oscuras; manos de trabajador de la tierra; manos cultivadoras y..¡qué dulcemente toman la copa con vino para trasformarlo en la sangre de Jesús!.
Del azadón al cáliz
Del trabajo bruto al milagro de la Eucaristía.
Manos entrecruzadas en profunda oración. Manos que dan que pensar, manos que trasmiten, que trascienden, manos de un viejo sacerdote que pasó por la vida haciendo el bien.......

PICAFLORES

PICAFLORES


Muy de niña, en la galería del fundo, una mañana quedó encerrado un picaflor. Con cuidado lo tomé y sentí una sensación especial y maravillosa, la sensación de tener, más que un pajarito, un bluf porque era tan pequeño como un “Pulgarcito” envuelto en un plumón de suaves plumas que guardaba un corazón que latía desesperadamente. En el rabillo del ojo le vi una pinta blanca ¡tan poco de pájaro y tanto de niño! Lo sentí y lo dejé ir.
Hoy empieza el Otoño y hace un par de días han vuelto los picaflores a nuestro jardín ¡Bienvenidos sean, nos traen el inicio de una estación preciosa!

Desde que calienta el sol se les oye piar y trinar buscando el néctar de las flores cálidas, no se detienen, vuelan tan rápido que no se les pueden distinguir las alas, relámpagos tornasolados que iluminan con sus tonos verde-azulados las flores rojas de los hibiscos; adornos fugaces del jardín; joyas volantes; maravilla de la naturaleza; ellos no son de nadie; ellos libremente nos visitan todos los años y nos hacen felices.
Siempre se les ve en parejas, ya pasó el verano y con él la responsabilidad de ser padres; para ellos este es su momento de solaz y para nosotros un ejemplo de amor

SOLEDAD

SOLEDAD


Se deshojan los crisantemos de los siete ramos.
Se secan los claveles y los liliums.
Vuelan los pétalos de la última rosa blanca.
En el jardín se encuentra una flor de hibiscus que adornó un juego.
En un marco de madera están las nueces que fueron las monedas de los niños.
Juegos a medio hacer. Juguetes abandonados.
Las rosas blancas de la entrada se tiñen de rosa...como un atardecer...como un dolor en el alma.
Los juegos y gritos de las niñas están congelados. Sus conversaciones interrumpidas. Los comentarios flotan en el aire.
Todo el espacio ocupado por mis siete hijos está vacío. No se oyen sus risas...sus bromas...sus alborotos..sus: “Los Valle somos los más mejores”...Asombrosamente lo son, no sólo los más mejores, sino los más grandes, los más bulliciosos, los más gritones, los más cariñosos, los más cuentistas, los más amorosos, los más altivos...son: ¡ “ LA TRIBU”!.


Siete hijos como siete islas, como siete destinos, como siete historias, como siete cuentos, como siete vidas.
En la soledad y el silencio revivo un recuerdo...una niña...un hijo...un caminar...una opinión...una alegría..y uno...otro...otro...otro más...se van alternando. Parece que los voy a oír entrar...parece que los voy a ver venir...parece que los quiero volver a oír; parece que los quiero volver a ver. Parece que en el silencio y en la soledad me tendré que quedar. Pero los recuerdos los tengo en mi mente y puedo volver a verlos, a quererlos,, a besarlos, a tocarlos. ¡Cómo no, si son una parte de mi, una prolongación de mi ser!.


6 Abril 2005

UN CUADRO

UN CUADRO


Estoy sentada en un cuadro pintado sólo para mí. Estoy rodeada de flores silvestres. Las Alstromelias enanas rosadas se muestran en pequeños grupos cerca de las piedras. Los cactus redondos y en gajos están florecidos en rojo y llaman a las mariposas. Las docas de flores púrpura engalanan la ladera. Unas escarchas brillantes como recién salidas de la noche son el soporte de una red tejida por pequeñas arañas que esperan la llegada de su cena.
Detrás de mi, las rocas me ocultan de los ojos intrusos; rocas centenarias, enormes, tan grandes como las que están en el borde de la punta que se mete en el mar.
Al frente tengo el mar, el inmenso océano Pacífico, azul profundo; desde lejos se pueden ver pequeñas crestas blancas formadas por el viento. Las olas mecen a las algas que se estiran perezosas, por lo menos eso es lo que parece… una… otra…pero aparece la tercera que azota con fuerza titánica las rocas y enreda las algas; salta la ola, estremece el aire, atruena el golpe en las rocas y hace saltar una neblina que empapa el entorno y me empapa a mi. Olor a mar; olor a sal; olor a vida; olor a marisco. Neblina que energiza, que da fuerza, que inspira.
Gritan las gaviotas; pasan volando los pelícanos con las bolsas bajo sus picos llenas de peces recién capturados.
Impasible, el moscardón dorado busca el polen en las flores. Las mariposas se posan en los cactus. Las arañas esperan con paciencia….parece todo igual…cada tercera ola el mismo estruendo….la misma paz…pero no es así, una música me invade, es un cello tocando una Suite de Bach, acompasada, rítmica, acorde a con la naturaleza, la acompaña, la ordena.
Me siento una con todos y a todos uno conmigo.
Es un cuadro especial


11-3-2006

ROSA DE OTOÑO

Temo que el viento de otoño deshoje una rosa, la última de la temporada.
Muy temprano en la Primavera, en un rosal se empieza a formar un botón que al sol se abre en un rayo de color amarillo, naranja y rosado, una flor espléndida, firme, suave y olorosa; cuando está a punto de morir, otro botón apunta en otra rama; así, en ese círculo de vida y muerte va pasando el tiempo; siempre hay una esperanza, siempre hay un botón que anuncia a la que será el centro de mi atención hasta ahora, que no hay más botones ni tampoco se pueden pedir más.
Toco la rosa, es suave como la seda, o mejor dicho, es al revés: la seda es suave como la rosa.
La miro: amarilla y naranja con una filigrana de venas rosadas intensas; colores de atardecer otoñal, de arreboles, de paleta de pintor, de túnica griega. Rosa, amarillo, naranja, colores cálidos de otoño que serenan el alma. Naranja, amarillo, rosa, pintura de impresionistas, vestidos de niñas, trajes de ángeles.
Tres círculos de pétalos la forman, tres círculos concéntricos de pétalos abiertos, generosos, oferentes y tres pequeños se doblan sobre los estambres sin llegar a taparlos del todo para que dejen salir e impregnen el entorno con su perfume.
Es la última rosa, la veré entregar pétalo a pétalo; en el camino quedará su huella y también en mi corazón.
Empieza una nueva época, época de reflexión, época en que la vida se hace más lenta, época de juntar fuerzas para que en Primavera se vuelva a revivir y así, un círculo dentro de otro círculo, volver a florecer.


20 Abril 2005

AGUA DE MI TIERRA

AGUA DE MI TIERRA


Estero de aguas cristalinas,
cantarín saltador de piedra en piedra,
nacido lejos, muy lejos, en la cordillera
en un puquio entre arrayanes y helechos,
nidal de musgo esponjoso
que se va empapando de agua freática,
surgiendo poco a poco de las entrañas de la tierra;
borda el puquio un chilco con sus flores bailarinas
rojas y moradas;
lo perfuman un peumo y un boldo,
sus orillas bordeadas de menta
atraen a los pájaros del bosque y a los pudú.
Como un techado, digno de reyes,
los copihues blancos se enredan en los árboles
y los rojos, honor nacional,
brillan como la sangre recién derramada.
Viene saltando el estero.
Viene cantando y bailando.
Viene feliz descubriendo la vida y la libertad,
trae el agua purísima, incontaminada,
con sabor a bosque que no apaga la sed.
Si la pendiente lo deja, se aplaca y se calma,
es el momento que cumpla su primer deber: dar vida
se abre a diferentes opciones,
en un recoveco se instala una familia de peces de colores,
un poco más allá se quedan otros peces barreros;
las arañas que guardan sus huevos en una malla de seda
debajo del agua, buscan un sitio fresco.
Las chinitas suben y bajan;
cada vez que bajan llevan una burbuja de aire para sus crías.
Arriba, en la superficie, patinan las mulitas de agua,
livianas, etéreas, se deslizan suave y diestramente.
Otros habitantes llegan más tarde: camaroncillos y pancoras.
A pesar de estar tan poblado el remanso
el agua sigue limpia,
hasta una trucha llegó a ver lo que pasaba.

El estero ha crecido,
el puquio ha aumentado su caudal
y las lluvias aportan lo suyo.
Ese tono cantarín ha bajado el tono
ahora resuena y se da importancia
sigue su caminar arrastrando y redondeando piedras,
su resonar llega lejos avisando
que está listo para su segunda misión:
regar y dar vida a vegetales plantados por el hombre....
hasta aquí llegó el simpático y saltarín estero
ahora la mano del hombre lo doblega,
el cauce se divide: una acequia para un potrero,
otra...a las hortalizas...
otra a casa del hortelano pasa su uso personal.
De nuestro estero queda un resto que culebrea
entre las piedras mayores,
ya no tiene fuerzas para sacar ni palos ni el fango,
ha pasado a ser lo que sobró,
¡y eso duele!
¿qué pasará con él?
No lo sabe...pero hay otros esteritos tan débiles como él
que se están acercando y...
cuando se unan lograrán un flujo mejor,
se constituirán en un río grande, fuerte y fecundo
río de aguas oscuras,
de humor variable.
Si lo logran domesticar producirá:
electricidad y agua potable para la población,
si nada pasa...llegará al mar
a perderse en la inmensidad.
No termina allí su ciclo,
el sol evapora el agua,
forma las nubes
que devuelven el agua
alimentando puqios y esteros.

No hay duda que somos criaturas acuáticas
¡que bien nos sentimos en el vientre materno!
Somos agua.
Necesitamos agua para vivir.
Somos mal agradecidos,
No la cuidamos
¡la ignoramos!
¡Que lejos están los tiempos en que todos los rituales sagrados
eran en torno al agua!
Agua y fuego,
motivos de reverencia y adoración.

CIBER XII

CIBER XII

(16 meses después)


¡Tiembla que vienen mis hijos!
¡Ellos saben! ¡Ellos entienden!
Hasta ahora nos hemos llevado bien, has funcionado a mi ritmo, no me puedo quejar....a veces te muestras un poco taimado y no cooperas....pero en general nos comprendemos.
Ahora las cosas cambiarán, vienen mis hijos llenos de proyectos...vienen dispuestos a meterte mano: Uno quiere agregarte un reproductor de CD ¿Dónde?...él dice que él sabe, que no me preocupe ¡Cómo no me voy a preocupar si ocupas todo el espacio disponible! ¿Tendré que agrandar mi pieza para que quepas con tanto agregado?
Otro, muy desenfadado me ha dicho algo que me parece ¡¡ATROZ!! ¡¡VEJATORIO!! ¡que te meterá un lápiz por atrás! ¡UYYYY QUE DOLOR! ¡No sólo te violará sino que te sacará TODA la información! ¿Tenemos secretos tu y yo?....me siento bloqueada...pienso y repienso si hay cosas que debiéramos guardar tu y yo para nosotros solos...pero no recuerdo ¿que tal tu memoria....recuerdas algo?.
En tu maravilloso sistema de 0000 1111 trata de recordar y me lo dices, no quisiera infidencias...(por si acaso).


¡Tiembla Fernández!

CIBER XI

01100011-0010100-11100110-1010011-10101100
rum-rum-rum chipchipchip (Una lucecita se prende y se apaga) mi cerebro chisporrotea.

11001011-00011100-11100010- ROM ROM ROM
De mis oídos sale humo emitido por mis neuronas.
S O S; S O S. Dejo de entender.

Parecía que entendía, pero... no era así, tengo que cambiar de método.

Definivamente, me equivoqué, yo creí que podía encontrar una similitud entre mi cerebro y el disco duro del Sr. Fernández, pero no, no tenemos nada en común, mis neuronas no funcionan en forma binaria (creo), tienen otra manera de reaccionar, gracias a ellas soy la que soy, pienso lo que pienso y actúo como actúo. El pobre Sr. Fernández sólo es una máquina que no solo procesa en forma binaria sino, peor todavía, sólo sabe de: Pasa corriente- no pasa corriente y ¡Admirablemente!. Con ese continuo pasa- no pasa, es capaz de hacer miles de millones de combinaciones, de las que yo, a pesar de la perfección de mi mente, soy incapaz de hacer, pero ¡estoy vislumbrando lo que se puede hacer!. ¡¡Que asombro!!.

Seguramente, con este nuevo aspecto del conocimiento podré enfocar las cosas de una manera más racional y menos loca e imaginativa. Total, son máquinas al servicio; no seres, ni humanos ni extraterrestres.

0001011-1100100-10100100







6 Septiembre 2003

El Palto de los Hermanos

El palto más lindo, el más frondoso,
el de las siete ramas, el de los siete nudos,
el que se llena de frutos:
Hoy ha sido mutilado.
una por una sus ramas, uno por uno sus nudos
fueron trozados.
Me abracé a su tronco y sentí su dolor,
sus hojas temblaban, también mi corazón,
cayó su serrín al suelo, mis lágrimas, tal vez
el centro era rojo, mi corazón, también;
brotó su savia y con ella mi pesar.


¡Qué quisiera decir! ¡Qué podría contar!,
Si las penas del corazón
no tienen palabras ni notas,
no se pueden decir, no se pueden cantar;
sólo se pueden sentir.
Sentir lo que siento, es dolor; dolor por sentir:
las siete ramas cortadas,
los siete muñones al viento,
que como siete puños en alto
surgen del tronco herido.


Animo me digo y le digo,
ánimo que el tiempo todo lo cura,
cicatrizarán sus heridas,
pasará mi dolor, pero siempre, siempre sentiré
el estremecimiento del palto
cuando la sierra cortó sus ramas.
¿Sienten los árboles, sienten?
No lo sé; pero yo los siento,
Como siento al roble pellín
al coigüe o a la lenga
Convertirse en astillas.


Palto de los siete hermanos:
vuelve a brotar, vuelve a producir,
palto de los siete hermanos:
¡Perdón, fue por tu bien!.


Quedó su tronco erguido
como dicen que debe ser,
me gustaba más desparramado,
con sus siete ramas y sus siete nudos;
escalera de niños, sitio de confidencias.


Hoy el sol penetra su follaje.
Dicen…..será mejor,
dicen…sus frutos serán más dulces.
Dicen…dicen…
Yo me trago mis lágrimas,
como él se traga su savia.
¡Corazón colorado de palto viejo!
¡No me quedo sola, siempre lo tendré!
En su sombra umbría,
Jugarán los niños, soñarán los mayores;
y, siempre, siempre será el palto de los hermanos:
el más lindo, el más esbelto,
el que da los mejores frutos, la mejor sombra,
¡el más querido!

27-1-2006

CIBER X

En el mar
También tengo un velero
Que camina ligero
Si viene el vendaval
(Antigua canción)

Yo también tengo un velero para salir a navegar, a lo mejor es un poco lento y panchón pero... está aprendiendo, yo también quiero navegar pero no por las aguas profundas ni azotadas por vendavales, quiero navegar por el espacio cibernético y de solo pensarlo me da vértigo. ¿Dónde iré a parar?. No lo sé, lo único que tengo claro es que apenas sé un par de cosas y me siento agrandada, el vértigo me encanta, siempre me ha gustado, vértigo y peligro, velocidad (tanto en automóvil como en lomos de un caballo, ¡vamos, vamos, más rápido! ¡Que el viento me azote la cara, que el pelo se me levante, que los oídos me zumben! Más rápido todavía, más rápido.)

Casi, casi, viví una experiencia, hace un par de años en Lanzarote, tenía todo listo para lanzarme en ala delta desde un risco, lo habría hecho y seguro que lo habría disfrutado, por desgracia el tiempo cambió y no lo pude hacer. El tiempo ha pasado y ahora no lo podría ni pensar hacerlo. El tiempo que pasa no se puede recuperar ¡¡Y menos a mi edad!

Ahora me asomo por una ventanita y veo el espacio surcado de novedades ¡Debe ser fantástico!

Tengo que aprovechar el impulso, la curiosidad y lanzarme al vacío, así como me lancé a hacer los primeros ejercicios con el señor Fernández igual me lanzaré al espacio con él para saber mas, ver otras cosas, aprender a comunicarme, a viajar, preguntar aprender.

¡Si hasta los niños lo hacen! ¡Porque no yo?

SI, SI, ¿por qué no yo? Yo lo sé, y me cuesta decirlo, el resumen es porque ya no soy la que era, he cambiado, estoy envejeciendo, el ADN se me está deshilachando, me cuesta aprender, me cuesta mucho trabajo mental hacer lo que hago, cambiar conceptos es muy, pero muy difícil, de todas maneras no me desanimaré, trataré de salir, de asomarme a esa ventanita y gozaré de lo que me quieran mostrar.

CIBER IX - El nacimiento del Sr. Fernández

Lentamente he ido mirando a mi ordenador con una mirada diferente, tanto pensar en neuronas y chips me parece que lo estoy identificando mas con alguien que con algo.

La otra tarde se me quedó encendido mas tiempo del deseado y cuando lo miré tenía un letrero girando que decía: “Señor Fernández”. Me dije”: Eso es, ese es su nombre” ¿Quién será el señor Fernández? No lo sé, no me inquieta, seguramente el último dueño, el último de la cadena; no sabía el ordenador que pasaría a ser del último a ser el primero; hoy tiene otro rango.

Anoche vino el “doctor” y le puso todo lo que le faltaba ¡Pobre señor Fernández, le habían quitado la voz, los ojos, los oídos, las manos y le habían dejado una memoria de autómata!

¡¡Yo le devolví la vida!!

Le costó al doctor convencerlo que su vida sería distinta conmigo, pero ¡¡Aprendió!!
Hoy responde a lo que le pregunto y hace todo lo poco que le pido. Vamos bien, iremos mejor.

Quiso el técnico cambiarle el nombre y ponerle el mío, lo vi tan raro, tan fuera de tono... ¡Que yo me hablara a mi misma! ¡como si me viera en un espejo! Verdaderamente muy raro, en cuanto pueda le devolveré el nombre, me gusta dirigirme a él como “señor Fernández”. Me suena agradable poder decir: Me voy a pasar un rato con el señor Fernández” o mejor todavía: “Me voy a hablar con el señor Fernández”.

Tiene su carácter, debe ser por el tiempo que estuvo limitado, a veces se pone caprichoso; nada, no hay quien lo ponga en Internet ¡Hay que comprenderlo, le falta mucho para adaptarse! Menos mal que, por lo menos, dejó de leer El Mercurio, ahora, de tarde en tarde quiere darme alguna noticia de último minuto, pero eso no va conmigo y... clic a la X y ¡Fuera! Ya aprenderá a decirme cosas que yo quiero oír.

Mucho nos cuesta entender tanta cosa nueva que hay que aprender, a veces me frustra no saber ponerme en contacto con mis hijos como pasó la noche pasada. ¡¡¡Cuantas cosas me hubiera gustado decirles!!! Y nos quedamos en muchos Aló, Aló, ¿Me escucha?

No lo veo, ni lo oigo, SOS ¿Qué hago ahora? Y así durante tanto tiempo, precioso para ellos que estaban de noche.

Le pido al señor Fernández que me ayude; cada día me siento más torpe para manejarlo, pero me digo: Si hay tanta gente que lo usa ¿ Porqué no yo? ¡No soy ni mejor ni peor que el termino medio de las personas y sé que andando el tiempo lograré hacerme entender!.

Por ahora eso es todo, una loquera mas a mi cuenta y ¡Vamos sumando!.

CIBER VIII

Una noche, muchos años atrás, soñé que podía volar; me daba impulso y me elevaba, no mucho, por sobre las casas de un pueblo; abría los brazos y me volvía a un lado, a otro, arriba pasando por un edificio, bajando sobre los autos; volaba y sentía el viento que me tocaba la cara, despeinándome.

Fue un gran sueño.

Otra vez, no hace mucho, pensé que podía volar en una escoba mágica enganchada a un satélite para ir a ver a mis hijos

Fue una volada de luna llena, casi un sueño-despierta.

Hoy se me juntan los sueños y los deseos; las realidades y las loqueras, llena la luna, mis neuronas se alborotan y miro al frente de mi cama; miro y miro, al fin veo y sé lo que me está pasando, ahí está mi ordenador, está apagado (como es lógico) pero todo su potencial está, su maraña de conexiones, su cablerío interior semeja mi cerebro que está listo, a punto, en cuanto haya algo que lo motive ¡salta y empieza a funcionar! ¿Qué será esta vez? ¿Qué se está fraguando en el centro mismo de mi mente?

Además de la semejanza entre axones y cables, entre sinapsis y conexiones, hay una misma energía, mas o menos intensa pero energía, al fin; entre un motivo y un botón no hay mucha diferencia.

Sueños, sueños y locuras; sueños hechos realidad; si junto lo mío con lo suyo puedo volar lejos, viajar, ver y saber de los que quiero, casi sentir, casi tocar; contactar al instante, pensar al unísono, volver a tenerlos tan cerca de mí como cuando los esperaba, decirles tantas cosas que solo de chicos les dije.

Es curioso lo que me pasa, tengo un cierto pudor para expresar mi cariño frente a frente; al escribir a mano es como una proyección de mi misma y siento el mismo pudor, pero.... ante el teclado, el pudor y la edad desaparecen y soy otra, una persona que no teme hablar, que no teme decir cuanto, cuanto los quiero. Pareciera ser que al unir la maraña de neuronas con la maraña de conexiones, sale algo mas puro, mas exacto, mas verdadero.

¡Nos estamos entendiendo mejor!

Julio 9, 2OO3

CIBER VII

Definivamente necesito que alguien con paciencia me enseñe a manejarte a tocarte donde a ti te guste, donde reacciones rápida y eficazmente a mis requerimientos.

Decididamente, sola, no he logrado encontrar tu punto D; a veces parece que ya... ya te me das, pero... te falta un puntito para dar con lo que yo quiero; Otras veces no andamos ni cerca, te pido una fotografía ¡me respondes con un aviso de “erotismo”! la verdad es que no sé que tienen que ver unas cosas con otras; debe ser que tu enjambre de conexiones funciona como mi enjambre de neuronas ¡¡en luna llena!!.

Me digo: “paciencia, usa tu inteligencia”, pero... ni inteligencia ni nada, no debe ser por ese lado, yo creo que quieres cariñitos, palabras dulces que te desenreden; a lo mejor tu antiguo dueño te trataba mal (tienes una trizadura ¿Un cabezazo?), te usaba, te tenía muy controlado, hay partes de ti que no están ¿te hacen falta? No te preocupes, yo te voy a recomponer, te regalaré todo lo que quieras y estoy segura que nos entenderemos; todo es cuestión de tiempo y paciencia, ya verás que pronto viene tu “doctor” y te da un bañito de sabiduría, te darás cuenta que es distinto trabajar en una oficina usando sólo una parte de ti, a trabajar entero para mi, juntos podremos hacer cosas lindas, hablaremos el mismo idioma y nos comunicaremos con quienes nos quieren.

Bonito panorama ¿verdad? Cambiarás tu y cambiaré yo, seremos amigos, compinches y seremos felices.

Julio 5 2003

CIBER VI

Anteayer todo era negro. Hoy todo es resplandeciente. He tenido un día redondo, todo lo bueno me ha pasado.

Hablé a traves del ordenador con Ricardo, me sentí muy feliz, me pareció niño otra vez y en casa. Yo pude hacer, en mi pieza, lo que llevo varios días tratando, meterme en Internet, leer mi correo, contestarlo y mandar dos mail más. ¿Qué pasó? No lo sé. De pronto una luz me iluminó el chape y me di cuenta que la pantalla estaba en otra parte, moví un ladito y se puso al centro. ¡¡¡¡Ohhhhhhhh!!!!mi asombro fue mayúsculo, apareció todo lo que se me había negado a mí sola, escribí en borrador, lo guardé, mandé, corregí una dirección y el bicho ¡¡¡Obedeció!!!

Hoy nada de Diario Mercurio ni de propaganda.

Estoy feliz haciendo equilibrios con lo pasado, alguna vez se irán espaciando los días negros de los blancos y los felices días me hablarán de mis hijos que están tan lejos.
(Estas ya no son loqueras, son la madre de las loqueras Ciber y creo que las pondré como diario de una vieja de la tercera edad con ínfulas, así me siento, audaz y peligrosa, cuiden de lo que hablan conmigo porque hasta deslenguada me puedo poner; es mi año, no lo olviden, año de locuras, que por cierto he hecho bien pocas, por el momento).

Junio 20 2003

CIBER V

De Ciber... nada

Hoy, día negro; muchas cosas, trámites, bancos, me agotaron.

Por la tarde me dije: “Todo mío hasta las 5, por lo menos”

¿Todo mío?

¡MENTIRA!

Lo encendí y apareció un diario imposible de borrar.

Lo apagué, e insistí varias veces y ¡¡Ahí estaba el diario!!

No tengo a quién recurrir, me siento negra como la noche.

¡ Día perdido!

¡No aprendí nada!

Junio, l9, 2003

CIBER IV

¡Ya está!

El ordenador ya está en mi pieza, casi no lo puedo creer, lo miro y dudo que se encienda.

Todo está en silencio, los grandes duermen, los chicos buscan bichos en la parcela, ¿Y yo?

Yo estoy con la mirada puesta en la entrada de la casa; espero, espero con impaciencia que llegue quién ha de conectar todos los cables y me enseñe, por lo menos a empezar. El corazón me late mas aprisa, a pesar que no hace calor, yo siento que me arde el alma de ganas de empezar a aprender en mi propio aparato, sin miedo, sin prisa.

De pronto oigo un “Hola” ¡Viene entrando! (Ni a un novio he esperado así).
Patricio mira el ordenador, lo dá vuelta, le mete y le saca cables, yo miro y me parece un disparate, le mete un CD, se lo saca y habla. o mejor dicho me habla, con voz educada y firme, habla con la verdad, con autoridad (Parece que oigo a Antonio), pasa el tiempo y sigue hablándome. Resumo: El aparato es bueno y tiene posibilidadesle falta RAM (es lo menos que le podía faltar, me suena a la sal de la comida. Le pregunto si se le puede agregar y me dice que si, me quedo más tranquila).

Invertiré unos pesitos que recibí en herencia (de una tía que no se imaginaría en que los voy a gastar) y lo aperaré de todo lo que sea necesario.

Al terminar y con voz de ratona le pregunto: “¿Se supone que debo haber entendido todo lo que me dijiste?”. Se sonrió y me dijo que no, que para eso falta mucho. Al momento se me quitó lo ratona.

Ahora viene mi problema: ¿Qué hacer?. Parece que todo lo aprendido se me ha borrado, las cosas las veo distintas, como ciega; no atiné a mostrarle un mail a Emilio, pero si le mostré las fotos de Marta en macro y no di para más ¡Qué pena cuando con Dafne hasta pude mandar un mail comunitario!.

Mañana será otro día; le dedicaré un rato después de almuerzo y pasito a pasito aperraré hasta salir adelante.

Me estimula el comentario de mi hermano Mariano:” Las máquinas no son inteligentes, la inteligente eres tu”

ME LO TENGO QUE CREER

Junio l8 2003

CIBER III

¿Qué le pasa a una Ciber-mujer?

• “Se electrifica”
• Las neuronas se le encrespan y disparan rayos.
• Cierra los ojos y vé cascadas de colores, de fuegos artificiales.
• Le cambia el proceso mental, si antes pensaba, mascaba las ideas; ahora las dueñas del terreno son las neuronas que saltan y se contactan de un lado a otro, ágilmente; tienen una respuesta inmediata.

¡“Socorro”! les digo, recuerden que soy vieja.

Su respuesta: “Las ciber-mujeres no tienen edad, la perdieron cuando “el bichito” les entró al cuerpo; ahora todas las Ciber-mujeres son iguales, de la misma edad, unas mas avanzadas, pero no mas viejas, la vejez no existe en esta categoría de personas; así es que: a ponerse al día y poco a poco ir avanzando hasta ser de verdad una Ciber-mujer, una Ciber-mamá, una Ciber-abuela o una Ciber-amiga”.

CIBER II

¡Bendita ignorancia!

Cuando recibí el primer fax, imaginé que las palabras escritas por mi madre se habían escapado del papel rumbo al éter y que luego, por un mágico procedimiento habían caído ordenadamente en otro papel para mí.. Hace años de esa experiencia, todavía siento el asombro y me parece que las letras vuelan y vuelan atravesando el mundo llevando mensajes de un lado a otro , de un país a otro.

El mundo ha progresado y yo me siento enganchada a su cola, hoy me siento mas mujer, mas madre, más grande ¡¡Tengo un ordenador!! . Me lo han regalado, me llegará el fin de semana, no sé ni como llegaré a ese día; estoy tan alborotada que siento una corriente entre la piel y la carne ¿Será electricidad? ¿Me estaré convirtiendo en una Ciber-mujer, en una Ciber-mamá?

No puedo pensar, no puedo leer, mis neuronas están entre el alborozo y la huelga total ¡Al fin sé desarrollarán al ritmo de la actualidad!

¿Cómo será esta comunicación que me permitirá ver, oír o mantener una conversación con mis hijos y amigos?

Ya estoy empezando a experimentar en ordenadores ajenos pero ¿Cómo me las arreglaré sola?

¡Tengo que hacerlo!

En mi vida he dejado sueños a medias, estudios a medias pero otros los he terminado y bien; he realizado sueños increíbles y estoy dispuesta a que mi relación con el ordenador sea buena; trabajaré con toda mi capacidad e inteligencia para lograr lo que quiero: acercarme a mis hijos.

Me digo y me lo repito: ¡Soy capaz!. ¡Lo lograré!.
Venceré años y años de atraso que tengo y ¡¡Adelante!!

CIBER I

Dia memorable

Hoy se cumplen 50 años de la conquista del Everest.¡Loable hazaña!

Para no ser menos me siento conquistadora del Ciber-espacio, hazaña no menor, considerando el verdadero miedo que le tenía a los ordenadores desde que llegaron a casa, o antes, quizás, cuando empezaron a promocionarlos hace mas de veinte años y Antonio se interesó por ellos.

Pasaron los años, el niño se convirtió en hombre, el estudiante en universitario y... partió, en busca de una mejor educación.

Llevarían a mis hijos uno o dos años en Barcelona cuando los fuí a ver. Antonio me mostró su piso y su ordenador, del que estaba orgulloso.

-“Apriete una tecla, mamá” me dijo y yo no me atreví; él tomó mi mano con la suya y, juntos, apretamos una, ¡Cuan no sería mi sorpresa cuando en la pantalla apareció una espiral que crecía y crecía hasta llenarla toda, diciendo:

“¡Hola mamá, hola mamá!”.

Me conmoví hasta el fondo de mi corazón.

Han tenido que pasar muchos años, muchas penas, muchas alegrías; sentir muy fuerte la lejanía para que este año ¡Por fin! me haya decidido a aprender algo en un ordenador; poquito a poco voy aprendiendo, poquito a poco voy avanzando hasta que hoy he tenido el gusto y la alegría de ver y hablar con Antonio, sentía su mano en la mía que me invitaba a seguir y seguir compartiendo.

La alegría no se me pasa, la alegría se queda, ya s parte de mí, alegría de tener un poco mas cerca de mis hijos.

¡Valió la pena luchar por él!
¡Hoy estoy gozando de él!

La relación que tengo con el menor de mis hijos con mi “Conchito”, es cada vez más rica y enriquecedora; me estimula a aprender un poco mas para dar de mi un poco más.

¿Podré algún día ser una ciber-mamá?
¿Podré acompañar y apoyar a mis hijos a través del éter?
¡Lo haré! ¡Lo prometo!