sábado, septiembre 09, 2006

PRIMAVERA

FLOR DE MEMBRILLO

Entresijos de ramas secan sin orden ni concierto, desnudas por el viento y la lluvia del invierno; crecen por todas partes: al pié de los cercos; entre las piedras; sin riego; sin cuidado alguno; se multiplican sin saber cómo.
Un día calor; otro frío; un día llueve; otro nublado y... una mañana, sin venir a cuento, las ramas secas y desnudas de los membrillos aparecen engalanados con una nube de flores blanco-marfileñas, de cinco pétalos delicados con un toque de rosado que les da distinción; al centro un montoncito de polen amarillo-crema que tienta a los insectos de la época. ¡Hasta los brotes tienen el color verde-pastel adecuado! ¡Que flores más lindas! Parecen diseñadas por un artista para una planta estilizada y elegante, sin embargo están decorando las ramas tiesas de un membrillo y darán origen a un fruto grande, tosco, pesado, con la piel grasosa y su carne olorosa, ácida; gusto de colegial primario.
Contrasentidos de la Naturaleza que pone belleza donde menos se espera y hace brillar los sitios recónditos donde nadie esperaría un toque artístico digno de un cuadro de museo.
Es Septiembre; es primavera. ¡Todo se explica!.