OH TU!
Oh tu! La primera que en mi alma encendiste
de ardiente lujuria el fuego voraz
Oh tu! La primera que hincaste en mi pecho
la garra que exprime el veneno fatal.
Oh tu! Que surgiendo de joyas y sedas
sonriente y maléfica, cuan hada infernal,
tornaste mi sangre, en lava quemante,
mi pecho en hoguera, mi frente en volcán.
Oh tu! La de blancas, de pálidas carnes,
de negros cabellos, de ojos de sol
Oh tu!, la que evoco, cual caso de dicha
que aguarda impaciente los labios de un dios.
Oh tu!, que en mis noches de insomnio y de fiebre,
surgías de pronto, ardiente visión
que en medio de flores, de gemas y luces
rodabas desnuda, temblando de amor.
Oh tu!, la belleza de cálido aliento
el grato perfume de lirios en flor,
los años crueles te habrán convertido
en panza de grasas o en suegra feroz.
Ramón Rivas Ramírez
Mayo 22/1907.