La Bernardita escribe para dejar salir su memoria, sus sentimientos, sus loqueras. De repente descubrio que sabe esribir y desde entonces no lo ha dejado...
"Verde que te quiero verde”, dice el poeta. Verde te quiero, fundo, verde tu monte vedes tus boldos oscuros verdes, rayados, tus litres verde insolente tus avellanos verde azulados tus coigües verdes tus arrayanes de tronco rojo y nevados de flores.
Oscuro sendero que lleva al río, al río de transparentes aguas, tibias y mansas en estío torrentosas y frías en invierno aguas claras alborotadas en las torrenteras, aguas que caen con fuerza de gigantes en las caídas.
Piedras al borde del río piedras de corazón caliente piedras con olor a sol piedras que guardan historia en su interior.
Caminito rojo, sendero abierto, que lleva a la cordillera, también al cerro, caminito cercado de fuertes trancas adornado de hortensias, lirios y azucenas, lleva mi ilusión al viento, lleva mi corazón al monte, que me pierda entre tanto verde, que llore por lo vivido que cante por los recuerdos
Verde monte. Verde tierra. Mi alma se quedó contigo, ¡Quién te viera!