EL ESPEJO

EL ESPEJO


El espejo del baño está empañado por el vapor; me miro y, sin anteojos, veo a la joven que fui: tersa, despeinada, despreocupada; me siento bien, he retrocedido en el tiempo.
Lentamente las gotas de agua se condensan y caen en lágrimas aclarando la imagen, ya no me veo tan joven pero si desdibujada.
Miro dentro de mi y tampoco tengo muy claro lo que quiero ser; no deseo volver a ser joven, me gusta ir madurando, que mi cara se vaya marcando con el paso de los años con arrugas; cada una es una historia, un cuento, una alegría, una pena; no me importan las canas, me gustan, me recuerdan a mi madre, a mi abuela; me gusta envejecer y gozar de lo vivido, puedo ponerme en el pasado y vivir el presente.
El espejo se secó y me veo tal cual soy, lo que veo está en concordancia con mi interior.
Estoy satisfecha, vuelvo a ser una, la que soy.